13.8.09

Milagro en el santuario


...Que no se desborde la euforia

Por Pedro Díaz G.


Ganaron.

Con dos golazos.

El ánimo de la población, entonces, enardeció.

No es para tanto.

Fue un partido ante el rival más tímido de los últimos tiempos; agazapados pasaron la mayor parte del tiempo los visitantes.

México mostró unos primeros minutos de jugadas que casi se convertían en gol. Pero no más.

Cero efectividad.

El triunfo: milagro en el santuario del futbol.

* * *

Qué recordar de estos 90 minutos. Que, para muchos, ameritan un par de tequilas. Para otros, los cautos, el triunfo es sólo una pausa en la desesperada lucha por un boleto al mundial

Que fue un encuentro de altibajos y ante un contrario absolutamente defensivo.

Que la selección mexicana de futbol ganó 2-1 a su similar estadounidense, para obtener tres puntos importantes en el hexagonal final de la Concacaf rumbo a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.

Que Charles Davies puso adelante a los estadounidenses al minuto nueve, Israel Castro igualó al 19, mediante potente disparo de larga distancia, un verdadero golazo, y que Miguel Sabah hizo el del triunfo al 81, al fusilar al guardameta Tim Howard.

Que la victoria originó un gran festejo en el Estadio Azteca, donde se registró un lleno impresionante de aficionados vestidos con la camiseta verde.

Que el Tricolor sumó nueve puntos en la clasificación del hexagonal de la Concacaf , mientras el conjunto de las barras y las estrellas se quedó con diez.

Que luego de una serie de arribos al área, y más por parte del conjunto mexicano, Landon Donovan recibió el balón por derecha y mandó pase diagonal a la izquierda, al ingreso de Davies, quien superó a velocidad a su marcador y luego hizo potente disparo a la izquierda del arquero Guillermo Ochoa.

Que el festejo, al minuto nueve, fue impresionante de Davies y compañía por estar arriba en el marcador del acérrimo rival en toda clase de partidos.

Que después de varios minutos se escuchó el coro de " sí se puede!", al tiempo que los mexicanos continuaron con su ataque, pero ahora ante una más cerrada defensiva.

Que los tricolores continuaron incisivos sin poder tener claridad, hasta que Cuauhtémoc Blanco, cargado un poco por izquierda, mandó pase al centro e Israel Castro se acomodó desde antes de la media luna y le pegó con toda fuerza al esférico, para anidarlo luego de pegar en el travesaño, al minuto 19.

Que el Estadio Azteca se convirtió en una extensión del manicomio.

Que los brincos, la algarabía y las porras no paraban.

Que luego se abrieron un poco más los espacios para los mexicanos y los visitantes recurrieron a las faltas para poner freno y en disparo a balón parado exigió Blanco la intervención de Tim Howard para el rechace, al minuto 29.

Que los pupilos de Bob Bradley volvieron a encerrarse en su área y los mexicanos tuvieron que echar mano de los pases laterales y hasta hacia atrás para jalar a los visitantes.

Que con una disminución en su intensidad concluyó el primer periodo y para el segundo continuó el conjunto de casa con la posesión del esférico.

Que a los mexicanos les faltó el toque fino para gol, así como velocidad en sus arribos y por eso ingresó Carlos Vela por Blanco y al minuto 58 realizó Giovani disparo por derecha y el guardameta Howard alcanzó a rechazar.

Que los errores continuaron en las entregas del balón ante unos estadounidenses defensivos y listos para el contragolpe, que puso a temblar a los aficionados en la tribuna.

Que cuando no se veía por donde, Efraín Juárez penetró por derecha y en el área chica, al ser taponeado por un defensa, el balón resultó rechazado para el solitario Miguel Sabah, quien se acomodó y fusiló a Tim Howard para el 2-1, al minuto 81.

Y que aunque los estadounidenses presionaron en los últimos minutos, los mexicanos aguantaron todo y al silbatazo final festejaron en el centro de la cancha con su afición, que también celebró en grande.

* * *

No mucho. Memo Ochoa, el arquero, tuvo poco trabajo, se vio inseguro en un balón que Salcido le cubrió para que lo tomara, y por no salir, estuvo cerca de meterse en problemas.

Efraín Juárez. Regular primer tiempo. Quedó mal parado en el gol de EU y sufrió para contener a Charlie Davies; muy bien en segundo tiempo: Aguirre lo adelantó y desbordó los últimos 45 minutos, puso el pase del segundo gol para Miguel Sabah. No se cansó de correr.

Ricardo Osorio. El lateral fue habilitado como central en lugar de Rafa Márquez y tuvo una tarde tranquila. A balón parado, evitó que los jugadores de EU se impusieran.

Jonny Magallón. Tarde sin contratiempos. Ayudó al equipo mexicano con la salida y la circulación de balón.

Carlos Salcido. Jugó como defensa por izquierda, aportó poco al ataque y atrás colaboró en jugadas a balón parado marcando a los estadounidenses más altos; aportó seguridad a la línea defensiva.

Israel Castro. Su gol resucitó a México. Buen guardián en la defensa; aportó circulación a la pelota cuando había que encontrar espacios para abrir a la defensa rival. Aguirre lo echó para atrás y el equipo se vio sólido.

Gerardo Torrado. Filtró balones al área, que sus compañeros no pudieron concretar. Se le vio calmado, organizando al equipo y se alzó como el líder. Cometió faltas cuando fue necesario y barrió limpiamente en el momento más oportuno, cortó contragolpes.

Andrés Guardado. No brilló como en otros juegos, pero dio profundidad por la banda izquierda y algo de claridad en la última línea. Lo malo: centros imprecisos y disparos de media distancia, sin idea.

Giovanni Dos Santos. Buen partido. EU lo pudo frenar solamente a patadas y varios jugadores contrarios fueron amonestados por esta razón. Hizo jugar a Efraín Juárez, Franco y Sabah. Tuvo dos en el segundo tiempo.

Cuauhtémoc Blanco. Fue el cerebro del equipo durante los 55 minutos que estuvo en la cancha, la pausa que le dio a la pelota en la jugada del primer gol, permitió que Israel Castro disparara con mucha libertad.

Guillermo Franco. Fue lo más flojo del equipo verde, no aportó al ataque, mas que una pared con Giovani quien estuvo cerca de ser gol. En las jugadas de balón dividido fue congelado por los zagueros gringos.

Carlos Vela. Su entrada refrescó el ataque mexicano, le dio profundidad y descontroló a la retaguardia estadounidense que no podía detener al habilidoso delantero. Le faltó ser más claro en el área para ayudarle a su equipo a generar más opciones de gol.

Nery Castillo. Gracias al árbitro, no echó a perder el trabajo de sus compañeros. Salió a pelearse y no hizo absolutamente nada mientras estuvo en la cancha; se quejaba que cuestionen su llamado al equipo, pero él no es capaz de defenderse en la cancha

Estorba.

Miguel Sabah. Metió el gol de su vida. Estuvo en el lugar adecuado. No aportó más en los 15 minutos que participó en la cancha, pero ese gol lo manda al cielo.

* * *

Qué decir de este partido.

Que ganaron; 2-1 en el Azteca.

Que la euforia no se desborde en los festejos.

No más (y vaya que es mucho pedir).

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